Desde hace unos años las logias de la masonería adogmática madrileña, se reunen en el Cementerio Civil de Madrid, a recordar a los Presidentes de la efímera I República que fueron masones.
A continuación podeis conocer el texto que el representante de la Logia Mozart ha leido en este acto:
"Estamos
aquí, otra vez, al borde de las tumbas donde reposan los despojos de quienes
nos abrieron una estrecha senda que hoy anhelamos recuperar. Tarea difícil en
un momento de infame crisis económica y de valores. Pero no son solo estos
grandes hombres los que nos convocan. El día 11 se celebrará el aniversario de
la proclamación de la efímera I República española que apenas si duró 22 meses porque
fue derrocada por un golpe de Estado; aquella sociedad levítica no estaba
preparada para asumir los principios republicanos. La II República cayó, además
de por un horrible golpe de Estado, por la misma razón: lo españoles no
aceptamos que el régimen del 14 de abril exigía la asunción de la libertad, la
igualdad y la fraternidad como columnas sobre los que asentar la convivencia.
Además de
homenajear a nuestros Hermanos, hemos venido aquí con esperanza, con la
esperanza de ver la III, pero a la vez con el temor de que su llegada se vea
frustrada por las mismas razones que malograron los intentos anteriores. Para
consolidar el régimen que anhelamos, gran parte de la población debe asumir estos
valores. El Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, Daniel Keller, lo expresa con absoluta calidad cuando dice
que «La República es una construcción voluntarista, hecha por
hombres de buena voluntad».
Cuando llegue la República, no será suficiente con cambiar símbolos e
instituciones. La República, retomo a Keller, «necesita del trabajo colectivo,
de impulsos, y de una actitud dirigida al interés general. Es un régimen que
debe ser defendido permanentemente por el compromiso ciudadano y no
político». Y en esa tarea, también, tenemos
que estar los masones.
Queridos Hermanos, queridas Hermanas, amigos y amigas, salgamos a la calle porque en la soledad de los cementerios corremos
el riesgo de convertir nuestros actos en el homenaje de los resignados.
Olmo. "
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